Los costes de un divorcio en España varían según múltiples factores: si se tienen hijos, un régimen en gananciales o bienes en común (entre los que se incluye, por ejemplo, un piso).
El proceso también es diferente según como se gestione y por cuál medio de mutuo acuerdo, también llamado exprés, o por un juicio contencioso.
Una separación es una de las situaciones más estresantes que puede vivir una pareja, si a esto se le suma un divorcio largo y costoso, la implicación emocional será más profunda.
Conviene que sepamos qué modalidades hay para elegir sufrir lo menos posible.
Qué pasa con el piso en un divorcio exprés
El divorcio de mutuo acuerdo, o divorcio exprés, es la opción más rápida y barata de separarse.
De hecho, asciende a 100 euros para aquellos casos donde no haya hijos ni bienes de por medio.
Lleva poco tiempo en el sistema jurídico español, pero se consideró una manera necesaria y útil de romper unos lazos que, a efectos administrativos, podrían durar años y sumir a todos los implicados en un proceso largo y más doloroso de lo necesario.
Desde el año 2005 hasta la actualidad, el divorcio exprés permite a las parejas divorciarse aunque no haya habido una separación judicial, eliminando también el tener que justificar y explicar el motivo de la separación.
En primer lugar, que los cónyuges estén totalmente de acuerdo con los términos del mismo y, en segundo lugar, que la boda haya tenido una duración de al menos tres meses.
De esta manera, se evitan fraudes de ley como pueden ser las bodas de conveniencia.
Qué pasa con la casa
Cuando hay hijos, el divorcio puede ser un poco más caro y complejo, pero igual de rápido.
En términos económicos, hablamos de 110 euros aproximadamente, en los casos donde hay hijos pero no bienes; cuando también hay bienes, el coste asciende a unos 120 euros.
A la hora de saber qué hacer con la casa que se comparte, la cosa es más complicada.
Si la vivienda fue comprada por uno de los miembros de la pareja, la propiedad sigue intacta después del divorcio, pero el uso y disfrute puede verse alterado en el caso de que haya hijos.
Normalmente, la justicia dará el derecho de uso al cónyuge que se quede con la custodia de los hijos.
En el caso de que la custodia sea compartida, será la parte más desfavorecida económicamente la que tenga más derechos.
Sin embargo, este no podrá alquilarla (ni por sí mismo ni a través de una inmobiliaria), ni sacar rendimiento económico alguno.
Además, este disfrute suele tener una fecha de caducidad (hasta que los hijos cumplan la mayoría de edad, por ejemplo).
Pero ¿qué pasa con la hipoteca?
Según la ley, si la vivienda la compró uno de los cónyuges antes del matrimonio y después ambos asumieron la deuda pero no modificaron las escrituras, tras el divorcio.
La parte no propietaria tiene derecho a reclamarle a la otra sus cuotas durante el tiempo que duró la unión.
En el caso de que la hipoteca la firmaran conjuntamente, la deuda seguirá cayendo en los dos a partes iguales, independientemente de quién disfrute la casa.
¿Cuánto cuesta un divorcio contencioso?
Cuando la pareja, o uno de los miembros, quiere divorciarse pero no se ponen de acuerdo en los términos, sobre todo lo relativo a los hijos y los bienes, hablamos de que tendrán que enfrentarse a un divorcio contencioso.
La primera consecuencia de este tipo de separación es que va a ser más larga y costosa, por tanto, mucho más dolorosa psicológicamente que el divorcio exprés.
Las dos partes van a necesitar pagar a un abogado y a un procurador para que les represente en un juicio, y tendrán que hacer frente económicamente a todo el procedimiento hasta que salga la sentencia del divorcio.
En total, el coste del abogado puede rondar entre los 800 y los 1.600 euros, a lo que hay que añadir el del procurador, establecido entre los 200 y los 400 euros.
Cuando hay bienes de por medio de cierto peso, como pueden ser sociedades o empresas en común, el juicio puede salir por unos 15.000 euros en total, sumando todos los gastos.
Cuando hay niños de por medio, el coste de un divorcio no acaba en pagar el procedimiento judicial, sino que se establecerán una serie de medidas por el bien de los hijos que supondrán un nuevo desembolso.
Por ejemplo, si no hay una custodia compartida, el cónyuge que no se quede con los niños tendrá que pagarle a su ex pareja una cantidad mensual, que nunca será menor de 200 euros, y que depende del número de hijos y la situación económica.
La buena noticia es que cualquier divorcio contencioso puede transformarse en otro de mutuo acuerdo si las partes están interesadas en acercar posturas y ceder.
Tener una separación amistosa no solo saldrá más barato (como hemos visto), sino que el grado de sufrimiento de la ex pareja y sus hijos será menor.
En conclusión, el coste de un divorcio puede oscilar entre los 100 euros hasta los 15.000 euros, dependiendo de si hay hijos, bienes en común y de si la separación se hace de mutuo acuerdo o hay que celebrar un juicio contencioso.
En cualquier caso, es buena idea dejarlo siempre en manos de abogados para que velen por los intereses de cada uno y dejar todo bien atado para que comiencen una nueva vida.
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